Por:
David Frías
Si me preguntas si cierta gente que no me
han hecho nada (como por ejemplo los curas pedófilos) deben morirse por sus imperdonables actos, te diré
que sí, pero si usted me pregunta si mi peor enemigo que agarre una red social
para parodiarme o humillarme debe darle un derrame cerebral y caerse muerto,
pues te diré que no y te lo diré por dos razones, primero si él muere otro lo
sucederá y segundo si él muere y nadie lo sucede, echaré de menos esa némesis
(así como Batman necesita al Guasón) que me contradiga y me dé motivos para seguir
provocándole.