Alrededor de 2017 se puso de moda una
aplicación donde descargabas una serpiente y la ponías en el fondo de pantalla
dando la sensación de que ésta se arrastraba por tus perfiles en las redes
sociales. Susan Solvenzzia, venezolana de ascendencia italiana con acento
esloveno, ama de casa, madre de tres carajitos que rendían más que un coctel de
té de jengibre con agua tónica, ahuyasca y vino tinto y esposa de un
colombo-panameño que tenía un pronunciado acento dominicano producto de haberse
criado en RD, decidió bajarse la aplicación (no hay una vaina más vanidosa que
una mujer vaga).