Por: David Frías
Está demostrado que un Plan Marshall no
solucionaría los problemas socioeconómicos de Haití, por la sencilla razón de
que por más recursos que se le invierta a un estado renuente a organizarse de
manera institucional, sería un desperdicio monetario de las potencias que al
final terminaría favoreciendo la corrupción y el clientelismo de las pequeñas
burguesías haitianas.
¿Un Plan
Hispaniola?, tampoco, sólo por una mente insensata o para no ser tan radicales
vamos a llamarle ingenua, puede pasar la
idea de que Haití se salva siendo
acogido por el pueblo dominicano. Sería contraproducente adherir un país
tercermundista que se encamina al desarrollo progresista a otro país que en vez
de aportarle una plataforma de sustento, lo que le acarreará será miseria,
problemas sociales y enfermedades.
Entonces, si
no funciona un plan ni el otro, ¿Cuál plan deberíamos aplicar?, pues un Plan
Anexionista. Pero, ¿con quién anexar al desdichado pueblo haitiano?, ¿con
EE.UU?, no, a los gringos no les interesa mezclarse con esa gente, ¿con
Francia?, no, la historia demostró una vez que los franceses son incapaces de
neutralizar una horda revolucionaria de negros, ¿con Venezuela?, menos y más
con un presidente imposibilitado (sin ánimos de atacar u ofender) a la cabeza como Nicolás Maduro.
Vuelvo a
preguntar, ¿a quién deben anexarse nuestros hermanitos haitianos?, la respuesta
es directa y factible, deben anexarse a la República de China mejor conocida
como Taiwán. Aquí cinco razones fiables y coherentes para que dicho proceso
diplomático-estatal se consuma satisfactoriamente:
1)-Haití fue uno de los primeros
países en reconocer a Taiwán como estado soberano: Así mismo fue, en 1956 la nación
caribeña ratificó como estado independiente y soberano a la República de China,
manteniendo hasta la fecha el mismo estatus diplomático. Facultad primordial
que le permitiría hacer una transición de sus derechos soberanos (que ya no
serán soberanos) para integrarse como comunidad de un país potencial.
2)-Ventajas territoriales e
intercontinentales:
Estando Taiwán formado en lo que en un pasado se conoció como Isla Formosa, su
extensión territorial es de 36, 000 km2, lo cual por su avance tecnológico y
comercial precisaría de mayor extensión y complementándolo con los 27, 750 km2
de Haití, pasaría a ocupar un territorio multicontinental de 63, 000 km2 (la
inversión numerológica de lo que tiene actualmente).
Por otra
parte, debido a la cercanía que tiene Haití con República Dominicana, Cuba,
México, las Antillas Menores y Florida (USA), Taiwán tendrá la ventaja de una
nueva y cómoda ruta comercial para exportar e importar productos de necesidad
básica que puedan sostener el flujo e incremento de sus divisas.
3)-El desorden institucional de
Haití: Uno de los
dilemas más terribles que afronta la sociedad haitiana es que sus poderes
legislativos y judiciales carecen de organización, el poder ejecutivo se matiza
por una fuerte corrupción e indiferencia con sus ciudadanos, carecen de
ejército, salvo los soldados de la ONU que en cualquier momento pueden
abandonar la escasa seguridad de ese país a su suerte, tienen una policía
emergente que no se adapta a los parámetros modernos de combate al crimen, sus
servicios educativos y sanitarios son pésimos, no poseen documentación ni
registro civil para contabilizar su población y sus derechos de títulos,
propiedades y patentes y lo peor del caso, no tiene partidos políticos, en
pocas palabras esa nación refleja el paradigma de una anarquía en su más bajo
nivel que se aproxima a la destrucción.
Por ello los
“poderes” públicos deben tomar conciencia y reconocer que se les ha ido de las
manos el control y la estabilidad de su país y por lo tanto renunciar a su
fallida soberanía y presentar una misiva de interés dirigida hacia el gobierno
de Taiwán, pidiendo su urgente anexión a cambio de adaptarse a una nueva era
dorada del renacimiento próspero.
El ente
gubernamental de Taiwán podría designar una especie de ministro gobernador o
representante, para dirigir las acciones y el desenvolvimiento de esa
demarcación y como cuerpos del orden, contar con el servicio de tropas del
Ejército de la República de China dirigidas por el ministro de defensa de ese
país y un contingente de las Fuerzas Especiales de la policía taiwanesa para
imponer el orden en las calles haitianas, este último encabezado por un
delegado especial también de ese país asiático.
Tanto las
legislaciones como decisiones emanarán del parlamento taiwanés. Se usará la
bandera taiwanés y se izará con el himno taiwanés.
4) –El racismo del haitiano negroide:
Cuando hablamos de
racismo sólo nos limitamos a hablar de aquel que se implementa por grupos de
supremacía blanca como el Ku klux Klan y los Neonazis, sin mencionar a aquel
racismo que se da entre clases de color en perjuicio de personas de tez clara o
ascendencia caucásica. El sentimiento antiblanco está arraigado en las mayorías
haitianas desde el período de la revolución negra de esclavos emancipados
(1791-1804) de la cual Toussaint Louverture y Jean Jaques Dessalines fueron sus
personajes más destacables.
Asesinaron
miles y quién sabe si millones de colonos franceses junto a sus familias en la
parte oeste de La Española, sin contar los blancos y mestizos de la parte
española, cuando el controversial degüello de Moca en 1805. Aunque en una menor
escala, debido a los avances, pero aún persiste en el colectivo haitiano el
aislar a aquellos nacionales que por ser de rasgos más refinados jamás podrán
ser influyentes, aún muchos estén compuestos por clanes de familias burgueses.
Con una
anexión a Taiwán, habrá un mejor intercambio interracial, libre de prejuicios y
resentimientos. De igual manera se les debe brindar asilo político a los
inmigrantes de países en conflictos como Ucrania, Palestina, Siria y Corea del
Norte. Se debe permitir que vayan con sus familias y los hijos que tengan (sin
importar la cantidad) apliquen a la nacionalidad por vía del Jus Solis
(solamente para la versión americana de Taiwán), así el nuevo Haití será un
país desarrollado de influencia multicultural.
5)- Un país que merece ser
reconstruido: El 12
de enero de 2010 el mundo quedó impactado tras un devastador terremoto que
acabó con miles de edificaciones y millones de vidas humanas, sin contar la
destrucción moral que viene afrontando Haití desde los saqueos por parte de intervenciones
europeas y estadounidenses y las constantes dictaduras de la dinastía Duvalier.
Se necesita
reconstruir un nuevo estado basado en la libertad de expresión, la
secularización general donde tanto puedan convivir las religiones orientales
del budismo, taoísmo e hinduismo como el dogmatismo occidental del cristianismo
protestante, la santería africana y el catolicismo. Una educación avanzada como
la que se ejecuta en la República de China, inversión en ciencia y tecnología y
por supuesto la reconstrucción de ese estado fallido, comenzando desde cero.
¿Cómo hacer
la reconstrucción?, vamos por parte, lo primero es ir a la zona del epicentro
del sismo (a 15 kilómetros de Port-Au-Prince) y desde ahí hasta las ruinas de
la ciudad devastada, usar la reforestación artificial y la nanotecnología y
convertirla en una extensa reserva ecológica, importando flora y fauna en
peligro de extinción para su conservación.
Luego tomar
el departamento de Cabo Haitiano (rebautizándolo con un nuevo nombre oriental)
por su gran atractivo turístico y productivo y convertirlo en capital o
municipio cabecera, con enormes edificaciones, industrias y sistemas de
transportes de trenes subterráneos. Trabajar con las zonas rurales reforestándolas
e invirtiendo para sacar provecho de ellas y combatir la desertificación usando
la tecnología para alterar la tierra árida y convertirla en suelo fértil.
Algunas breves sugerencias:
-Emular el
modelo de la República Popular de China, creando una ley de hijo único en esa
demarcación para hacer efectivo el control natal entre aquellas familias
haitianas que disponen de pocos recursos y afectan notablemente la explosión
demográfica. Al igual que esterilizar a toda mujer haitiana cuyos ingresos
económicos estén por debajo de la canasta familiar taiwanesa y no tenga
posibilidades de superación y desarrollo monetario.
-Ratificar
un acuerdo con el gobierno de Senegal (el cual se comprometió a darles terrenos
a los haitianos cuando el terremoto), mediante el cual todo nativo pueda
emigrar bajo su libre albedrío y reencontrarse con sus antepasados de no
sentirse a gusto con el nuevo sistema.
-Sustituir
el creole por lenguas más globalizadas como el mandarín (idioma oficial de
Taiwán y reconocido mundialmente por la ONU como uno de los más hablados), el
inglés (lenguaje comercial) y el castellano (lenguaje de mayorías en la región
de Latinoamérica).
-Castigar
con penas de 30 a 60 años de prisión a todo haitiano que intente escapar de
manera ilegal de su territorio, ya sea desafiando las fronteras de aire, tierra
y mar. Facilidades para entrar y salir de territorio asiático en Formosa.
Haití he
aquí una sugerencia para progresar y salvarte como estado fallido. Honra al
escudo de tu actual bandera, recuerda que la unión hace la fuerza… ¿Qué esperas
para negociar tu anexión a la República China de Taiwán?
En otras palabras......¡A HAITÍ, NO HAY QUIEN LO SALVE!
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