viernes, 9 de enero de 2015

La gran estrategia para rescatar a Haití


Por: David Frías

 Está demostrado que un Plan Marshall no solucionaría los problemas socioeconómicos de Haití, por la sencilla razón de que por más recursos que se le invierta a un estado renuente a organizarse de manera institucional, sería un desperdicio monetario de las potencias que al final terminaría favoreciendo la corrupción y el clientelismo de las pequeñas burguesías haitianas.


¿Un Plan Hispaniola?, tampoco, sólo por una mente insensata o para no ser tan radicales vamos a llamarle ingenua, puede pasar  la idea  de que Haití se salva siendo acogido por el pueblo dominicano. Sería contraproducente adherir un país tercermundista que se encamina al desarrollo progresista a otro país que en vez de aportarle una plataforma de sustento, lo que le acarreará será miseria, problemas sociales y enfermedades.

Entonces, si no funciona un plan ni el otro, ¿Cuál plan deberíamos aplicar?, pues un Plan Anexionista. Pero, ¿con quién anexar al desdichado pueblo haitiano?, ¿con EE.UU?, no, a los gringos no les interesa mezclarse con esa gente, ¿con Francia?, no, la historia demostró una vez que los franceses son incapaces de neutralizar una horda revolucionaria de negros, ¿con Venezuela?, menos y más con un presidente imposibilitado (sin ánimos de atacar u ofender) a la cabeza como Nicolás Maduro.

Vuelvo a preguntar, ¿a quién deben anexarse nuestros hermanitos haitianos?, la respuesta es directa y factible, deben anexarse a la República de China mejor conocida como Taiwán. Aquí cinco razones fiables y coherentes para que dicho proceso diplomático-estatal se consuma satisfactoriamente:

1)-Haití fue uno de los primeros países en reconocer a Taiwán como estado soberano: Así mismo fue, en 1956 la nación caribeña ratificó como estado independiente y soberano a la República de China, manteniendo hasta la fecha el mismo estatus diplomático. Facultad primordial que le permitiría hacer una transición de sus derechos soberanos (que ya no serán soberanos) para integrarse como comunidad de un país potencial.

2)-Ventajas territoriales e intercontinentales: Estando Taiwán formado en lo que en un pasado se conoció como Isla Formosa, su extensión territorial es de 36, 000 km2, lo cual por su avance tecnológico y comercial precisaría de mayor extensión y complementándolo con los 27, 750 km2 de Haití, pasaría a ocupar un territorio multicontinental de 63, 000 km2 (la inversión numerológica de lo que tiene actualmente).

Por otra parte, debido a la cercanía que tiene Haití con República Dominicana, Cuba, México, las Antillas Menores y Florida (USA), Taiwán tendrá la ventaja de una nueva y cómoda ruta comercial para exportar e importar productos de necesidad básica que puedan sostener el flujo e incremento de sus divisas.

3)-El desorden institucional de Haití: Uno de los dilemas más terribles que afronta la sociedad haitiana es que sus poderes legislativos y judiciales carecen de organización, el poder ejecutivo se matiza por una fuerte corrupción e indiferencia con sus ciudadanos, carecen de ejército, salvo los soldados de la ONU que en cualquier momento pueden abandonar la escasa seguridad de ese país a su suerte, tienen una policía emergente que no se adapta a los parámetros modernos de combate al crimen, sus servicios educativos y sanitarios son pésimos, no poseen documentación ni registro civil para contabilizar su población y sus derechos de títulos, propiedades y patentes y lo peor del caso, no tiene partidos políticos, en pocas palabras esa nación refleja el paradigma de una anarquía en su más bajo nivel que se aproxima a la destrucción.

Por ello los “poderes” públicos deben tomar conciencia y reconocer que se les ha ido de las manos el control y la estabilidad de su país y por lo tanto renunciar a su fallida soberanía y presentar una misiva de interés dirigida hacia el gobierno de Taiwán, pidiendo su urgente anexión a cambio de adaptarse a una nueva era dorada del renacimiento próspero.

El ente gubernamental de Taiwán podría designar una especie de ministro gobernador o representante, para dirigir las acciones y el desenvolvimiento de esa demarcación y como cuerpos del orden, contar con el servicio de tropas del Ejército de la República de China dirigidas por el ministro de defensa de ese país y un contingente de las Fuerzas Especiales de la policía taiwanesa para imponer el orden en las calles haitianas, este último encabezado por un delegado especial también de ese país asiático.

Tanto las legislaciones como decisiones emanarán del parlamento taiwanés. Se usará la bandera taiwanés y se izará con el himno taiwanés.

4) –El racismo del haitiano negroide: Cuando hablamos de racismo sólo nos limitamos a hablar de aquel que se implementa por grupos de supremacía blanca como el Ku klux Klan y los Neonazis, sin mencionar a aquel racismo que se da entre clases de color en perjuicio de personas de tez clara o ascendencia caucásica. El sentimiento antiblanco está arraigado en las mayorías haitianas desde el período de la revolución negra de esclavos emancipados (1791-1804) de la cual Toussaint Louverture y Jean Jaques Dessalines fueron sus personajes más destacables.

Asesinaron miles y quién sabe si millones de colonos franceses junto a sus familias en la parte oeste de La Española, sin contar los blancos y mestizos de la parte española, cuando el controversial degüello de Moca en 1805. Aunque en una menor escala, debido a los avances, pero aún persiste en el colectivo haitiano el aislar a aquellos nacionales que por ser de rasgos más refinados jamás podrán ser influyentes, aún muchos estén compuestos por clanes de familias burgueses.

Con una anexión a Taiwán, habrá un mejor intercambio interracial, libre de prejuicios y resentimientos. De igual manera se les debe brindar asilo político a los inmigrantes de países en conflictos como Ucrania, Palestina, Siria y Corea del Norte. Se debe permitir que vayan con sus familias y los hijos que tengan (sin importar la cantidad) apliquen a la nacionalidad por vía del Jus Solis (solamente para la versión americana de Taiwán), así el nuevo Haití será un país desarrollado de influencia multicultural.

5)- Un país que merece ser reconstruido: El 12 de enero de 2010 el mundo quedó impactado tras un devastador terremoto que acabó con miles de edificaciones y millones de vidas humanas, sin contar la destrucción moral que viene afrontando Haití desde los saqueos por parte de intervenciones europeas y estadounidenses y las constantes dictaduras de la dinastía Duvalier.

Se necesita reconstruir un nuevo estado basado en la libertad de expresión, la secularización general donde tanto puedan convivir las religiones orientales del budismo, taoísmo e hinduismo como el dogmatismo occidental del cristianismo protestante, la santería africana y el catolicismo. Una educación avanzada como la que se ejecuta en la República de China, inversión en ciencia y tecnología y por supuesto la reconstrucción de ese estado fallido, comenzando desde cero.

¿Cómo hacer la reconstrucción?, vamos por parte, lo primero es ir a la zona del epicentro del sismo (a 15 kilómetros de Port-Au-Prince) y desde ahí hasta las ruinas de la ciudad devastada, usar la reforestación artificial y la nanotecnología y convertirla en una extensa reserva ecológica, importando flora y fauna en peligro de extinción para su conservación.

Luego tomar el departamento de Cabo Haitiano (rebautizándolo con un nuevo nombre oriental) por su gran atractivo turístico y productivo y convertirlo en capital o municipio cabecera, con enormes edificaciones, industrias y sistemas de transportes de trenes subterráneos. Trabajar con las zonas rurales reforestándolas e invirtiendo para sacar provecho de ellas y combatir la desertificación usando la tecnología para alterar la tierra árida y convertirla en suelo fértil.

Algunas breves sugerencias:

-Emular el modelo de la República Popular de China, creando una ley de hijo único en esa demarcación para hacer efectivo el control natal entre aquellas familias haitianas que disponen de pocos recursos y afectan notablemente la explosión demográfica. Al igual que esterilizar a toda mujer haitiana cuyos ingresos económicos estén por debajo de la canasta familiar taiwanesa y no tenga posibilidades de superación y desarrollo monetario.

-Ratificar un acuerdo con el gobierno de Senegal (el cual se comprometió a darles terrenos a los haitianos cuando el terremoto), mediante el cual todo nativo pueda emigrar bajo su libre albedrío y reencontrarse con sus antepasados de no sentirse a gusto con el nuevo sistema.

-Sustituir el creole por lenguas más globalizadas como el mandarín (idioma oficial de Taiwán y reconocido mundialmente por la ONU como uno de los más hablados), el inglés (lenguaje comercial) y el castellano (lenguaje de mayorías en la región de Latinoamérica).

-Castigar con penas de 30 a 60 años de prisión a todo haitiano que intente escapar de manera ilegal de su territorio, ya sea desafiando las fronteras de aire, tierra y mar. Facilidades para entrar y salir de territorio asiático en Formosa.


Haití he aquí una sugerencia para progresar y salvarte como estado fallido. Honra al escudo de tu actual bandera, recuerda que la unión hace la fuerza… ¿Qué esperas para negociar tu anexión a la República China de Taiwán? 

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