Todo por Sarodj Bertin

A pesar de ser la contraparte del discurso del haitianosofismo y siendo un acérrimo defensor de la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, que con su nacionalismo efervescente pretende enfermar de la presión a los “defensores” del liberalismo prohaitiano, me tomaré la extroversión de ilustrar todo lo que sería capaz de hacer por Sarodj Bertin, una de las mujeres más hermosas de América.

Por Sarodj soy capaz de escalar el Pico Duarte con dos blocks dentro de una mochila a mis espaldas, por Sarodj iría donde los Vinchos a pedirles que desistan de la idea del muro y mejor se enfoquen en persuadir a Michel Martelly de promover un éxodo hacia Senegal del proletariado haitiano, por Sarodj me disfrazo de Superman y salgo a trotar por El Conde con una bandera haitiana gritando: -Soy el héroe de los “desnacionalizados”, quien se meta con Haití se mete con el planeta Kryptón.- Me importa un comino, que una turba de patriotas fanáticos me linchen.

Por Sarodj me tatuaría su nombre y su imagen en mi brazo derecho, por Sarodj bailaría un tango en tanga con Mía Cepeda, por Sarodj vertería 100 furgones de toallitas sanitarias en el mar, para que se seque e irnos a New York en Porsche o a caballo (como a ella le resulte más romántico). Por Sarodj me integro al colectivo de Acción Poética para dedicarle sublimes versos en grafiti, por Sarodj me meto de cabeza en una mina de larimar de las que están en Barahona. Me importa un comino que un alud de piedras me sepulte vivo.

Por Sarodj le doy alojamiento a una familia haitiana en mi casa, por Sarodj me doy una juma de clerén y voy al barrio La Perla en el viejo San Juan de Puertorro y coloco una valla publicitaria que diga Fania All Stars: In/Daddy Yankee: Out, mientras con sarcasmo me siento a fumar hookah con la chopocracia boricua (por respeto a la ley no lo hago ni lo promuevo en suelo dominicano). Por Sarodj me convierto en Super Saiyan God y me la voy a la trompá con par de tígueres de Guachupita, Shuma Gorath, los Power Rangers, las Fuerzas Especiales Ginyu, Bill el dios de la destrucción, Mayweather, Jack Veneno y el Undertaker. Me importa un comino que dure tres semanas interno en el Darío.

Por Sarodj haría Trending Topic con su nombre en Twitter, por Sarodj aprendo a bailar compa y gagá en 24 horas, por Sarodj le negaría un beso a cada megadiva dominicana, por Sarodj hago un ritual culinario y sacrifico una gallina prieta cada martes para prepararle un suculento asopao criollo, por Sarodj hago un featuring en Trip Hop o Downtempo con El Mayor Clásico, por Sarodj me monto en una guagua de la capital a Santiago, con Trompo Loco al lado haciéndome chistes malos, por Sarodj me meto en un cine IMAX a ver un maratón de 10 horas de películas de Robertico. Me importa un comino que se me fundan las neuronas consumiendo celuloide desechable.

Por Sarodj me pongo a fabricar muñecas de vudú con la figura de Justin Bieber para venderlas en el Mercado Modelo y mantener a mi hermosa morena, por Sarodj descargo en mi móvil la última producción de Rumay (Palito de Coco), por Sarodj asumiría en mi mente que el degüello de Moca fue una simple teoría conspirativa como los chemtrails y los extraterrestres del Área 51, por Sarodj morí soñando y reencarné despierto para recuperar mi desaparecida virginidad y por Sarodj me atrevería a jugar trúcamelo en la azotea de Acrópolis. Me importa un comino que…Epa, epa Rey David, te habla tu consciencia, si pierdes tu esencia por ella, otro se la queda. Ok, consciencia tienes razón, en pocas palabras admito que Sarodj es casi una deidad, algo así como el subtítulo de la última película que hizo Robert Rodríguez sobre Sin City, A dame to kill for (Una dama por la cual matar).

Con todo el respeto que se merece la señorita Bertin, espero que si lee éstas líneas no lo vea como una obsesión comprometedora, más bien esto es un reflejo ficticio de lo que sería capaz de pensar un hombre radicalmente nacionalista cuando le atrae una mujer, sin importar la nacionalidad. El amor es la ley que viola fronteras y no obedece banderas.

Feliz día de Halloween, como soy medio roscaizquierda quise romper la tradición y en vez de postear algo sobre monstruos, decidí lanzar un monólogo mágico a la belleza…