(Historia verídica, no confundirse con
broma)
Entre las 3:33 AM y las 7:00 AM soñaba que
salí a hacer una diligencia, a repartir volantes de un restaurante de comida
exótica que abrí junto a mi madre y de repente atravesé un umbral lumínico y me
encontraba en una calle del vecindario donde nací. Se veía todo muy diferente a
como está ahora, se veía como 20 años en el pasado, pues claro estaba en 1995.
Voy a una casa y veo un holandés insípido y
a su hija que era prima hermana de otra mimada arrogante hija del dueño de la
casa, ambos estaban, en total eran 4 y conmigo 5. Les entrego un volante con el
número telefónico y me preguntan qué desde cuando se pone el 809 antes de
marcar un teléfono, luego ven dos cuadritos uno con una F y otro con un
pajarito y una burbuja de dialogo verde con un teléfono en su centro, me
preguntan qué significan esos símbolos y le respondo que son los distintivos de
Facebook, Twitter y Whatsapp, ninguno entienden lo que le estoy explicando y me
vuelven a preguntar qué es eso y le respondo que son redes sociales, piensan que
son clubes donde se congrega la élite a intercambiar pareceres y me preguntan
que donde están ubicadas las sucursales en Santo Domingo, luego miro un
calendario y veo el día marcado que dice: Jueves 9 de noviembre de 1995.
Saco el celular para ver si tengo señal y
veo el dispositivo en blanco y con la hora en cero, luego llueven las
preguntas, ¿eso es un atari o una bomba?, ¿trabajas en la CIA o en la secreta?,
¿eres informante de Balaguer que llevas ese artefacto extraño?, ¿sacaron una
nueva marca de celulares?, ¿lo compraste en Japón o USA?, refiriéndose al Smartphone,
¿eres afeminado que usas el t-shirt un poco ajustado?, ¿Dónde compraste esa
ropa?, ¿ese estilo es retro o futurista?, por la vestimenta.
Pensé que si les revelaba la verdad me
tomarían por loco, pues tendría que buscar evidencias que corroboraran que
podía transportarme de una época hacia otra. Entonces les mentí, les dije que
el celular era un videojuego de mala muerte coreano llamado Candy Crush, que la
ropa yo me la mandaba a diseñar cerca de El Conde, que la imagen de Miley Cyrus
impresa era un recuerdo de mi abuelita, una bailarina griega que entretenía a
los nazis en un bar de Berlín y que las redes sociales eran logias a las cuales
se afiliaban los empresarios llenando un complicado cuestionario en inglés de
más de 90 preguntas, en cuanto a lo del 809 les expliqué que fue un error de la
imprenta.
Decido ir a la estación del metro en la Núñez
con Kennedy y para mi sorpresa lo que hay ahí es un grupo de gente vendiendo
juguetes y chicharrones, pues ni siquiera soñaban vender películas en DVD y los
trenes en Santo Domingo sonaban a utopía. Me da miedo pagar pasaje, pues el
dinero que porto es diferente al de aquel tiempo y pueden confundirme con un
bromista o estafador, pero para mi suerte tengo seis monedas de a peso y el
pasaje estaba a dos pesos de todos modos me devolví, total recordé que el
restaurante tampoco existía.
De camino a la casa de las personas
aquellos, me pasa por la cabeza ir a mi hogar materno a dialogar con mi madre,
pues a esa misma hora también estaba en el colegio, pero recordé aquella
película del Efecto Mariposa donde una simple alteración hasta podría
desintegrarme o llevarme sin regreso a una dimensión alterna, finalmente decidí
ir donde mi madrina (actualmente
fallecida) que vivía a la misma distancia pero de lado opuesto. De camino me
desvío, pues veo entrar varias mujeres elegantes a una misteriosa casa, con
ropa bastante provocativa para esa época. Esas mujeres son cueros, dije entre
mí y decidí llegar hasta la extraña vivienda, la cual para mi sorpresa era un
burdel clandestino disfrazado de agencia de modelaje.
Llevaba cien dólares en la cartera y como
esa moneda siempre mantiene su diseño desde el siglo XIX, me valí de mi acento
extranjero arábico para decirle al pimp del local que soy un turista en busca
de placer, me llevé a la alcoba una rubia santiaguera de pelo rizado la cual me
dijo que era estudiante de termino de contabilidad y era su último día en ese
local, ya que en una semana empezaría como secretaria de una prestigiosa
institución bancaria. En medio del acto se rompe el profiláctico y ella me
expresa que está ovulando y no tomará ningún anticonceptivo porque va en contra
de su formación católica, le di el número de mi casa en aquel tiempo y le dije
que cualquier cosa me llamaba Patricio y pasaría las fiestas navideñas en
Miami.
De hecho recuerdo que durante mi infancia y
entre 1996 y 1998 mi madre mandó a la porra a una loca que llamaba preguntando
por un tal Patricio, para la manutención de una hija de ambos. Pero tomando el
hilo de la historia, una vez me quité el queso de encima (hay que follar en los
90´s, en los 80´s y hasta en los 70´s si es necesario) decidí ir donde mi
madrina a decirle la verdad y que se cuidara de la diabetes para que no le
amputaran una pierna, preparado para inspirarla a escribir un libro, matarla
del corazón con la impresión o simplemente hacer que medio barrio la tildara de
esquizofrénica y sensacionalista.
Cuando llego la vecina me dice que salió a
una diligencia, ella me conocía bien en aquel momento pero no con el tamaño, la
voz y la apariencia que tengo, por lo tanto le digo que soy un informante que
tiene noticia de sus hermanos en Cuba a los cuales llevaba más de tres décadas
sin ver por culpa del régimen castrista. La difunta comadre de mi madre no
paraba de contarle que la fueron a buscar con noticias sobre su familia, pero
que no estaba y el informante no dejó rastros. Así duró hasta el ocho de enero
de 2009, último día que nos juntamos en su hacienda de Banderas en San
Francisco de Macorís.
Bueno volví a la casa del señor, el
holandés y las dos comparonas, nos tomamos una selfie (tampoco conocían ese
término) con una Kodak del 94, me hablaron del Nueba Yol de Ángel Muñiz y yo
les conté los spoilers de Nueba Yol III que saldría dos años después. Me
preguntaron cómo lo supe y, les respondí que un primo mío que es mecanógrafo le
redactó el guión con un borrón a manuscrito que le llevó el director.
Veo unos afiches de Leonel Fernández en la
flor de su juventud y me dice el señor, ese muchacho se le ve que es bueno y
humilde ojalá y gane a ver si salimos del funesto muñequito de papel que
malogró a Orlandito y a Narcizaso, le dije soy un profeta y vaticino que ese
hombre va a ganar dentro de un año y gobernará durante tres periodos, entonces una de las muchachas dijo: -Es
probable que dentro de 20 años seamos un país envidiable como Suiza o
Inglaterra.-
A lo que le rebatí: -Lo dudo, aquí en el
2015 habrá un desempleo agudo, una música mediocre plagiada del dembow boricua
de Playero, una sobrepoblación de haitianos violando y matando sin control y un
alta tasa de delincuencia donde nadie está tranquilo ni seguro. Lo único que me
contestaron es que mínimo yo leo a Shakespeare que tengo una visión tan
fatalista del futuro, de repente veo que se abre el mismo portal lumínico y una
voz dice: -Próximo destino, 24 de abril de 1965.- Desperté ahí mismo, era un
sueño, pero hubiese sido una pesadilla si hubiese retrocedido 30 años a una
guerra del pasado.
Tres
horas después (10:00 AM):
Estoy bien despierto en un centro comercial
haciendo una diligencia la misma mañana de hoy, cuando de repente me pongo a
conversar con una hermosa joven de 19 años la cual me causaba un vínculo de
atracción bastante fuerte, no creo que fuese amor carnal, más bien era familiar
y espiritual. Me cuenta que espera a su madre que es la gerente de uno de esos bancos
de la plaza, quien firma sus vacaciones anuales. La señora aparece y me corta
los ojos y le dice a la muchacha: -No te dejes sonsacar de ese tipo, bien
parecido al inútil de Patricio, tu padre.- Ambas se marchan para el gimnasio,
pero la chica me mira de una manera simpática y nostálgica y me dice adiós en
ademanes.
Un rato más tarde se me acerca un anciano
parecido al señor del sueño y me dice: -David Frías, luces igual que 20 años
atrás, tenía el rollo de nuestra selfie guardado pero no lo pude revelar porque
se dañó con un agua que se me metió a la casa cuando el ciclón George.- Aparece
una hija y me dice: -Mira él es un fans tuyo, leía tu columna en Acento, pero
no le hagas caso, el Alzheimer lo tiene medio tostado y habla muchísimas incoherencias-.
La cuarentona me mira como si quisiese que le echara un poco de talco o como si
nos conociéramos de un par de décadas atrás y recordé que hace un mes y pico un
hinduista que tiene una tienda esotérica por la Danae de Gazcue, me explicó que
en sueños uno se desdobla y viaja a otras dimensiones. Acaso, ¿viajé en cuerpo
astral al pasado?...
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