domingo, 10 de abril de 2016

¿Le conviene al país un régimen teocrático?



Desde principios de año el pastor Ezequiel Molina ha incentivado a los cristianos de denominación protestante a sumarse a la política, hasta lograr llevar una notable mayoría al congreso, lo que daría paso a un conjunto de legislaciones de orden dogmático y posteriormente a abrirle paso a la creación de un partido cristiano mayoritario y potenciales presidentes abiertamente evangélicos.


A sabiendas de los niveles de fanatismo que poseen este tipo de ciudadanos en todo el mundo, es obvio que de alcanzar el poder, apelarían a que tienen la “misión” de “rescatar o salvar” el país de las garras del enemigo y por lo tanto no descansarían en implementar un régimen (dictadura con respaldo popular) basado en sus propias convicciones personales.

Conociendo que los regímenes teocráticos del planeta, en su mayoría son de fe musulmana, en República Dominicana pudiera darse uno opuesto, ya que el 99% de las civilizaciones occidentales profesan el cristianismo desde hace varios siglos, gracias a que el imperio romano les plagiara un par de nombres (Venus antes, Altagracia ahora) y fundamentos a los judíos de antaño. Existen tres futuros modelos de teocracias que podrían consumarse en las 33 (la edad de Cristo) provincias dominicanas, veamos cuales:

1)-Teocracia católica: Seamos realistas, no tenemos que esperar a verla, la vivimos desde que andábamos en taparrabos y los españoles vinieron a imponernos esa vaina por la fuerza y tiempo más tarde, es decir en 1954, Trujillo firmó un concordato con El Vaticano, que incluso convertiría (simbólicamente hablando) a los masones, ateos, hechiceros y testigos de Jehová al catolicismo.

En conclusión, ¿creías que vivías en un estado laico?, te guayaste manín o manita, por algo ha dado brega legalizar el aborto e impartir las enseñanzas sexuales en las escuelas. Sin embargo el católico, por más “puritano” y “ultraconservador” que sea, es el tipo de persona abierta y diríamos que hasta democrática en ciertos aspectos, pues si un millón de pecados cometiste de lunes a sábado, los anularías con una sencilla charla en el confesionario con el padre de turno y borrón y cuenta nueva, pues mañana es lunes y el cuerpo lo pide (volver a pecar).

Fíjate, has vivido toda tu vida en una teocracia con respaldo popular (desde tu abuela con un rosario en la mano hasta el gobierno que estuviese de turno) y no te has dado cuenta, pues eso bueno tiene el católico, te ve como un hermano, no te forzará a visitar su parroquia, te acepta tal cual y es muy probable que si eres chico e invitas a una católica al cine, experimentarías la misma sensación de amor, libertad y confianza de andar con una agnóstica, una tíguera barrial o una metálica  (éstas últimas se parecen más, ya que usan crucifijos, les encantan la arquitectura gótica y visten de negro como las monjas).

Bien lo entendemos, pero… ¿Si un sacerdote gana la presidencia?, no pasa nada, pues tenemos desde manos duras como el cardenal López Rodríguez hasta hippies liberales como el padre Rogelio Cruz, sería un gobierno tan tradicional como los que ya hemos tenido a lo largo de la historia y usted podrá beberse su fría en el drink, coger sus diosas en la bolita de La Feria, escuchar al Gallo Lester, Romeo Santos, Shelow Shaq, Marilyn Manson y Cannibal Corpse, meterse en una piscina con varios aristócratas afeminados y postear en Facebook que no cree en Dios, que odia las religiones y que Satanás es la verdad y la vida. Además con un Papa Pop (que cool es Francis), los curas de hoy ya no son los mismos que asaban “brujas” en el medievo y la llamada iglesia universal, hace un esfuerzo por mimetizarse y adaptarse a los nuevos cambios que a base de revolución y rebeldía, han impuesto la ciencia y las minorías sociales.

Dato extra: Entre 1912 y 1913 nos gobernó un sacerdote llamado Adolfo Nouel  a quien el gobierno estadounidense le ofreció financiarle un extenso período de mandato, pero desertó (en buen dominicano salió juyendo) ante la amenaza de una posible revuelta civil, lo que nos da a entender que si un religioso con apoyo internacional desistió en gobernar a una población que en comparación con la actual, eran borregos ingenuos, es obvio que ninguno se ofrecería a echarse la carga de lidiar con un tigueraje globalizado, aunque tal vez dicte sus pautas, aporte sus ideas o quizás mueva los hilos tras la cortina.

2)- Teocracia protestante: Es aquella que se daría por un gobierno y un partido sustentado por iglesias evangélicas, pentecostales, bautistas y metodistas, puesto que los mormones, adventistas y testigos de Jehová reconocen que la espiritualidad va separada de toda “inmundicia” pecaminosamente material y secular y por lo tanto se abstienen de participar en cualquier actividad que anule sus preceptos por confrontar al prójimo, en este caso la trivialidad característica de la política.

Dato extra: Los partidarios de este tipo de gobierno sostienen que unas elecciones no se ganan democráticamente por la decisión unánime de la población, más bien por un mandato divino.

3)- Teocracia ecuménica: Se daría por un gobierno que surgiría de la fusión entre católicos y protestantes, con ideas conservadoras que en ciertos aspectos difieren de los planteamientos liberales.

Dato extra: Dada las diferencias que tienen católicos y protestantes por sus rituales, estilos de vida, normas y creencias espirituales, como quiera perteneciendo a la misma doctrina filosofal (el cristianismo), es sumamente predecible que un gobierno de ésta índole no se consumaría, puesto que las divisiones empezarían en el momento de mayor apogeo de la campaña.

Nuevamente vuelvo a preguntar, ¿le conviene al país un régimen teocrático?

Partiendo de los tres tipos de teocracias disponibles, sabemos que una teocracia católica no tendría emoción, pues estamos habituados a ella y una teocracia ecuménica sería imposible, por lo tanto todo apunta a que surja una teocracia protestante y sí, por un lado favorecería  a la nación, puesto que la iglesia tiene algo bueno y es que ha retirado a una notable cantidad de personas de los vicios y actos vandálicos. ¿No es mejor que aquel malandro que te podía atracar y quitarte la vida, ande embobado como un ghoul repartiendo tratados y pregonando que sus antiguas víctimas en el infierno se están quemando?, a ti ama de casa honrada o mujer trabajadora, ¿no es mejor que la vecina que era ramera ande con una falda y un megáfono desgalillándose, en vez de quitarte el marido, violarte al hijo y enviarte a ambos con tremendo sidazo?

Los evangélicos harían un buen gobierno y hasta me atrevo a apostar que su modelo de teocracia sería el cuco de la chopocracia, pues erradicarían las bebentinas con música mundana en las aceras locales, obligarían a los presos a convertirse antes de salir a las calles o si no los confinarían en oscuros calabozos a evacuar en una funda de colmado mientras las ratas les comen los dedos de los pies, cambiarían jeringas, armas y condones por biblias y retiros espirituales (con gastos pagos) a Jarabacoa y tratando de emular las calles de oro que cita el Apocalipsis de San Juan, invertirían millones de quilates en asfaltado, lo cual embellecería nuestras ciudades y municipios.

Sin embargo a continuación veremos 15 disposiciones que contendría un despotismo teocrático gobierno evangélico o metobautopentecostal (es la misma bendición):

1-      Cero predicadores en el metro oliendo las flatulencias de algunos obesos villamelleros que ligan el chicharrón con guineíto encebollado y yogurt de vainilla, pues las bocinas de los vagones aparte de indicar la próxima estación con un –Dios les bendiga-, serían utilizadas para reproducir predicas y falsos testimonios de gente que hicieron turismo al más allá como Dante Alighieri, los siete locos de Colombia y Angélica Zambrano.

2-      Desaparecerían por completo las escasas posibilidades de legalizar el aborto, la marihuana y el matrimonio igualitario para reducir el crimen en suelo dominicano.


3-       Ahórrese ir al carnaval de La Vega los domingos de febrero, pues el diablo cojuelo será reprendido en nombre del Espíritu Santo.

4-      Aprenda a hablar en lenguas en tan solo tres minutos, curso intensivo (read, write and speak now), un 10% de descuentos a los primeros 10 en dar el diezmo.

5-      Siguiendo con el diezmo…Será multado o acusado de evasión de impuestos, todo aquel que no otorgué un 10 % de sus ganancias a su iglesia más cercana.

6-      Será perseguida, multada o clausurada toda denominación religiosa que profese el culto a imágenes (hinduismo, budismo, catolicismo, santería, satanismo, entre otras), pues nadie se hará imagen ni semejanza de lo que esté debajo del mar, sobre la tierra o flotando en el aire. La idolatría es pecado.

7-      El dembow y la bachata seguirán sonando, sólo que esta vez será para alabar a Cristo.

8-      Se establece el cierre definitivo de bares, cabañas, cabareces, resorts y baños de iglesias y universidades para evitar que se cometan actos de fornicación.

9-      El uso de maquillaje, desrizado y minifaldas queda reservado para las damas de las élites de iglesias evangélicas modernas al igual que el uso de tanga y bikinis en la playa. Mujer pobre tendrá que meterse al mar o al río en falda larga y camisa manga larga, preferiblemente de color blanco. Así mismo usará su afro si tiene el pelo malo, en hora buena para todas aquellas humanistas que se sienten orgullosa de su herencia africana.

10-   Ayuno escolar en vez de desayuno escolar, ahhh y leer la biblia antes de cada clase.

11-   Todo aquel que sea sorprendido con una píldora anticonceptiva, una caja de profilácticos, un t-shirt de Nirvana, literatura atea o pornográfica y descargando los nuevos episodios de Dragon Ball Super o las canciones de Ricky Martin, enfrentará una condena de 30 a 40 años de reclusión o cinco años de trabajo forzado (repartiendo tratados bíblicos los siete días de la semana) por los cargos de terrorismo (atentados que matan millones de espermatozoides), genocidio (matanzas en colonias enteras de espermatozoides), infanticidio (sacrificio de futuros bebés antes de fecundar el óvulo), vandalismo (simpatizar por el arte secular) y conspiración (ir en contra de lo que dice el gobierno eclesial), en perjuicio de la fe luterana.

12-   En el mismo orden artístico, toda película exhibida en salas de cines locales ha de ser clasificación A (para toda la familia), sin mensajes subliminales ni publicidad de refrescos patrocinados por corporaciones reptilianas. Las megadivas tendrán que hacerse moño y usar faldas largas y dar tratados en lugar de besitos, las narconovelas colombianas y series “diabólicas” como Games of Thrones y House of cards serán sustituidas por Moisés y los 10 mandamientos (serie de la misma productora del fundador de la Iglesia Pare de Sufrir) y muñequitos violentos como South Park y Tom y Jerry serían sustituidos por La Casa Voladora y El Súperlibro.

13-   La apología de la homosexualidad mediante la farándula sería censurada radicalmente, un punto a favor de los padres que temen a que sus hijos sean mal influenciados y un punto en desventaja para los productores de TV que viven del morbo amarillista.

14-    ¿Cadena perpetua y pena de muerte para los criminales?, no sueñen, más fácil lo veremos de un presidente nihilista, pues un gobierno evangélico respeta el derecho a la vida, ¿los asaltantes y sicarios lo respetan?, un gobierno evangélico respeta la integridad y dignidad de las personas, ¿el violador (ese buen rastrero) acaso respeta? Y un gobierno evangélico piensa que con ir al barbero, bañarse en perfume de sándalo y ponerse una biblia en los sobacos, el sociópata no necesita cárcel, pues es nueva criatura y las cosas viejas han pasado.

15-   Para conseguir empleo, comprar, conducir, estudiar y formar familia, será preciso sacar una licencia de ciudadano ejemplar cristiano, aprobado por el Ministerio de la santidad nacional.


Bien saque usted sus conclusiones, de mi parte la iglesia evangélica merece mis respetos y libertad de culto y expresión, pero con nosotros los católicos (si yo también me incluyo y no me arrepiento de dejarme bautizar a los seis años) el país tiene batuta de sobra y si por algo debemos de luchar es por mantener gobiernos progresistas y participativos  como los que hemos tenido en los últimos 12 (número de los apóstoles) años, legislar por separar la religión del estado, pero dándole participación democrática a todos los sectores sin importar su corriente ideológica, preferencia sexual, posición económica y capacidad intelectual.

Si  de 2044 en adelante, nos van gobernar los religiosos mejor que sean los swamis o los anglicanos...

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