Muchos pensamos que
Suicide Squad acabaría con la mala racha de películas de DC Comics (sacando a
un lado la exitosa trilogía de Nolan sobre Batman), pero no, sigue haciendo
honor a las sandeces que la popular casa editora lleva a la gran pantalla.
Decía Karl Marx (padre
del fallido comunismo) que las clases no se suicidan y es que cada vez que DC
hace un intento por tumbarle el pulso a Marvel (de hecho tampoco es lo máximo)
comete un gran fiasco. Lo único que destaca es Jared Leto y Margot Robbie, con
la interpretación del Joker y Harley Quinn donde el primero, parece más un
dependiente emocional que un psicópata mientras que la segunda es una antigua
psiquiatra que se convierte en una manipuladora y narcisista sociópata. Factor
inverso a la imagen que los comics nos habían planteado con respecto a la
incongruente y disfuncional pareja.
Will Smith con Deadshot
(la versión negra y lúcida de Deadpool), hace un trabajo más o menos impresionante,
al igual que Viola Davis con Amanda Waller, la dama de hierro al servicio de
los intereses del gobierno. Pues el tema de la reinserción de criminales, que no es más que una
estrategia del poder, para sacar partida con las peores fichas del tablero (la
trampa sobre todas las cosas), hace el argumento interesante, quien desde un
principio abre con una trama ilustrativa y cautivante, pero según van pasando
las escenas se van difuminando hasta reducirse en una historia más, que parece imitar
el núcleo de películas conspirativas como Public
Enemies, Inglorius Bastards, Casablanca, The Departed y The Recruit.
Los disparates jamás
deben combatirse con disparates peores, si vas a pelear una guerra sin un
armamento de calidad, mejor quédate en la base pelando papas, tal vez tu fuerte
esté en la cocina y no en el cine. La temática de DC, tal como su nombre original
lo indica Detectives Comics, aborda
la épica policíaca que va desde Batman hasta V de Vendetta, sin dejar de
mencionar que tiene ciertos héroes extraordinarios como Superman (explotación
gringa mal concebida del Ubermench nietzscheano), Wonder Woman, The Flash y
Greenlantern entre otros. Por lo tanto no puede rivalizar con un universo
atómico, mágico y alquímico como Marvel, que dentro de sus yerros conserva su
esencia lineal y expresionista.
Finalmente, no es
necesario pagar un asiento e ir a ver una película para decir que tan buena o tan
mala es, si la crítica colectiva dice que no sirve, es obvio que el material no
sirve. Posiblemente DC se desesperó y lanzó su Team de antihéroes hacedores del trabajo sucio, antes de que Marvel
sacara su versión cinematográfica de los X-Force (la cual se rumora viene de
camino). Pero lo que logró Suicide Squad como propuesta del séptimo arte, fue
suicidar a la natimuerta franquicia del Universo Extendido de DC Comics, que a
su vez está suicidando años de trabajo y creatividad por parte de guionistas e
ilustradores.
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