Foto cortesía de Acento...
Por: David Frías
¿David Frías es nacionalista?, por supuesto
que sí y no se arrepiente de serlo, pero en el sentido de defender los
intereses de su país, así como lo hace el gringo, el alemán y el haitiano, sin
recurrir a atentar contra la vida, integridad o seguridad mental de mis paisanos,
pues tan pronto atacas a un nacional de tu país (se comporte o no en contra del
país), eres antinacionalista, pues atacas un producto de manufactura nacional
(sea o no defectuoso).
¿Hay que combatir la haitianofilia en el
pensamiento dominicano?, claro que Yes, very good and very true, al igual que
hay que combatir al haitianófilo, pero no con torturas, amenazas ni masacres,
más bien usando el efecto espejo para hacerles ver la realidad latente que fue
maquillada por difamaciones externas e inducciones psicológicas de organizaciones
no gubernamentales financiadas por sectores conspiradores, tal cual guerra fría
antidominicana.
En el caso de los cuatro colegas de la foto
(periodistas al igual que yo). Estén o no de acuerdo con los ideales de cada
nacionalista como tú o como yo, escriban o no desligándose de los asuntos de
interés nacional, defiendan o no a los haitianos y a todo extranjero que alza
la voz para disfrazar de racismo estrafalario nuestro altruismo solidario y
digan o no, la verdad o la mentira, esto
no puede servir de justificación para asediar, perseguir, insultar y hasta
amenazar de muerte a cualquier persona que haga el libre ejercicio de la
información (sea objetiva, tergiversada o amarillista).
La constitución dominicana establece
sanciones contra todo aquel que use cualquier mecanismo para atentar contra la
patria y sus intereses (véase lo que le costó a Gonzalo Vargas Llosa su campaña
difamatoria), pero de igual manera garantiza el derecho a la vida, la libertad
de prensa, la migración en tránsito, la privacidad e integridad personal, la no
censura previa y la libertad de expresión y difusión del pensamiento.
Estos comunicadores (no por su fama y
popularidad) son versados y calificados en cualquier tema social y saben lo que
hacen (les convenga o no). Pero ni son dioses a los cuales se les debe dar un
voto certero con respeto a todo lo que digan, pero tampoco pajaritos silvestres
para cazarlos con escopetas por simples fanatismos irracionales derivados de la
incompatibilidad. Si usted considera que alguna figura del medio (sea o no
dominicana) dice o hace algo en contra de la soberanía, simplemente reúna y
presente las pruebas ante el Ministerio Público, para que sea un juez
competente quien determine que ha cometido atentado contra la patria y solicite
su censura, aprehensión o expatriación por supuesta traición o conspiración
(pero usted absténgase de decírselo a cualquier persona. Recuerde que el hecho
de que una persona apoye a un grupo extranjero más que a sus connacionales, no es
evidencia suficiente de que ha desacatado o traicionado los deberes de la
patria en que habita). Yo en mi caso no perdería mi tiempo sometiendo a ningún profesional
de mi carrera ante la justicia, simplemente rebatiría sus pensamientos o
publicaciones con cifras, ejemplos y datos que desmientan o aclaren su yerro oral
o textual (propio del debate), pero cuando vea que ello no surte efecto y no se
pueda más nada, simplemente se ignora como si nadie hubiese dicho nada.
Como periodista apoyo que Huchi, Juan
Bolívar Díaz , Amelia y Cavada (cubano que se ha adaptado como buen ciudadano
dominicano), interpongan demanda e investigación ante cualquier amenaza o
tentativa, pues la lucha a favor de la libertad de prensa ha costado sangre,
encierro y desapariciones en todo el planeta. De la misma manera que no me
gustaría que un ultranacionalista mate a un editor que publicó a favor del
clerén y el gagá, tampoco me gustaría que un haitianófilo me dé un tiro en la
calle o peor aún, me arroje al fondo del mar en un tanque relleno de cemento a
contarle mis penas a Bob Esponja, Ariel La Sirenita o Aquaman, por el “pecado”
de escribir unas líneas en contra del degüello de Dessalines o la fusión.
Mirándolo desde una perspectiva realista,
nuestro enemigo no está dentro del país, está fuera de Quisqueya y el día que
vaya a atacarnos (sea indirecta, simbólica, moral o literalmente) atacará tanto
al dominicano que se opone como al dominicano que todo se lo consiente. Por
ello el mejor acto nacionalista es preservarle el pellejo a todo ser humano que
esté bajo el calificativo de nacional, pues si por algo luchamos con esmero es
por el respeto de la dignidad y del derecho de cada dominicano. Hail Duarte, führer
benefactor de la libre e inquebrantable
República Dominicana…
Dato extra: A cuento de juego el pleito no es nuevo, va camino a los dos años (ver video):
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