domingo, 1 de febrero de 2015

La reelección no va



Por: David Frías

En los últimos días República Dominicana se ha visto sacudida por manifestaciones de múltiples sectores nacionales que apelan a la reelección para un segundo mandato constitucional del presidente Danilo Medina. Pero seamos realistas, las condiciones no se dan, a pesar de que un conglomerado de personas fantasee con ello.


Digamos lo primero, constitucionalmente no se aprueba un nuevo mandato gubernamental presidido por la misma persona. Lo segundo es que habría que reformar la Carta Magna para incluir la figura de la reelección y esto conllevaría de que se evalué y se vote artículo por artículo, lo que tomaría un prolongado tiempo que cuando viene a ver no ha concluido el proceso meses antes de las elecciones de 2016, cuanto menos aquellas para el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) presentar a su candidato oficial.

Una de las opciones viables es postular a figuras con carisma, capacidad e innovación como Francisco Javier, Temístocles Montás o Reinaldo Pared Pérez, quienes pudieran representar una novedosa propuesta para mejorar los destinos del país y presentar ideas y alternativas jamás vista. Pero si lo que queremos es probar con lo más conocido y familiar, me parece más sencillo, inteligente y cómodo enviar la  imagen de Leonel Fernández a las ternas, que arriesgarnos con un Danilo que (aparentemente) no está disponible para los desafíos de un próximo gobierno peledeísta y he aquí tres razones fundamentales:

1)- Danilo no quiere reelegirse: Querer es poder, dice un viejo refrán y de muchas voces ha salido el deseo de reelección, menos de la voz de la persona que se piensa debería reelegirse. Si a Danilo le interesa ocupar una nueva temporada sentado en la silla presidencial, él mismo estuviese empleando todas las estrategias de marketing, persuasión psicológica e inversión económica para afianzarse en la misma posición que ejecuta y su equipo de campaña fuese más explícito y concentrado que las minorías segmentadas (tanto fuera como dentro del poder) que azuzan su permanencia como jefe de estado. Al contrario, en varios encuentros con la prensa y la sociedad civil, Danilo se ha mostrado opuesto o mejor dicho renuente, a ni siquiera tocar el tema de discutir en lo interno de su partido el encabezar un nuevo mandato.

2)- El país demanda una defensa representativa más influyente y poderosa: Se reconoce y se valora que tanto Danilo Medina como el nuevo canciller Andrés Navarro, han fortalecido la diplomacia y los nexos de cooperación con la comunidad internacional. Pero la presión psicosocial que nos plantea la última con respecto al tema haitiano, demanda de que el próximo gobierno a ocupar el poder sea más enérgico y menos indulgente en cuanto a las respuestas defensivas que tenga que presentar de manera inmediata.

Con ello no se pretende mal presentar la figura del presidente Medina como un líder blandengue, entreguista o fusionista (epítetos erróneamente aplicados por fanáticos confundidos por las injerencias foráneas y las pugnas mediáticas). Todo lo inverso, Medina ha respondido adecuadamente con ideas como el Plan Nacional de Regularización, el cual establece un nuevo orden migratorio que acaba con los vicios de infiltrar ilegales masivamente como zombies anónimos, de igual manera con las respuestas soberanas que dio en los foros de la CELAC y la ONU el pasado año. Pero entonces el problema estriba cuando Haití y sus benefactores (la élite manipuladora) recurren a la auto victimización (chantaje tras bambalinas), a la demanda de prórrogas absurdas y muchas veces a la amenaza (secuestro de diplomáticos dominicanos, cierres del mercado binacional y difamación globalizada) y el presidente Medina asume una postura compasiva (quizás pensándolo como solución) y humanitaria (algo que se elogia y se respeta, pero a ninguno nos conviene), la cual aparte de que jamás será valorada por los extranjeros, servirá como eslabón o punto débil para estos salirse con las suyas cada vez que no se les complazca en sus exagerados y malsanos caprichos.

¿Cuál es la mejor opción para futuras amenazas externas?, un gobierno audaz que dé la cara a la primera provocación, siguiendo la misma línea de no caer en el juego de rebajarse, pero a su vez que desenmascaré al adversario manteniendo la buena reputación del país y su soberanía en alto. Por ejemplo un líder como el ex presidente Fernández que encaró a la CIDH con su marrullera condena al país y pidió asesoría de la madre patria España para desatar los nudos.

3)-El modelo económico de Danilo tiene buenas intenciones pero no trae soluciones: El modelo económico de austeridad que desarrolla el presidente Medina (quizás inspirado en un Brasil cuya población mayoritaria estalló en casi una guerra civil), está cimentado en buenas intenciones para mejorar el país, pero dada la combinación entre consumismo y tercermundismo, ello se convierte en una bomba de tiempo.

Una cosa es que como economista que es (incluyendo sus reformas fiscales con aumento de impuestos), lo haga desde una perspectiva inspirada en los modelos tradicionales de producción y ahorro (típico de Asia y Europa) y otra es que el modelo más conveniente sea el de la fluidez económica, dada la cultura y sus necesidades.

Si adoptamos la austeridad como modus vivendi a nivel institucional, entonces el circulante se estanca y con el alto costo de la vida, muchas industrias, empresas e instituciones deben reducir su personal y abstenerse de abrir nuevas vacantes, lo cual degenera en pocas oportunidades para la juventud, desencadenando en el aumento del delito y por consiguiente en la inseguridad ciudadana, tanto para el residente como para el turista, otro golpe fuerte a las finanzas.

Debe haber un cambio que transmute de brincar charquitos en el campo, para hacer que los profesionales emergentes, la juventud de las urbes y los suburbios y los micro y macro empresarios puedan saltar la gran laguna que los tiene estancado. El único problema es que después que un gobernante asume un patrón burocrático, no lo cambiaría por otro diferente, le daría el mismo curso aún esté destinado a permanecer en el trono por 20 años.

¿Aporta Danilo Medina en lo que lleva de su período?

Claro que sí, pues quizás no haya sido el mejor presidente de la república, pero tampoco el peor comparado con otros de otros partidos a lo largo de la historia desde 1844 hasta la fecha.
Logros como la implementación del Sistema Nacional de Emergencias 911 y su adhesión de una unidad anti ruidos para sanear al país de la contaminación sónica. La regularización migratoria y el fortalecimiento de las relaciones internacionales, la implementación del demandado 4%  del PIB para la educación y el Plan de Alfabetización Quisqueya Aprende Contigo. Así como la promulgación del nuevo Código Penal que defiende los derechos íntegros y reproductivos de las mujeres y condena al crimen con duras penas, la extensión de la segunda línea del Metro y la inversión en el campo, entre otras medidas, hacen de la gestión de Medina lo que nunca se ha hecho como plataforma para el inicio de un próximo mejor gobierno, independientemente de quien y de cual partido sea su sucesor.

En cuanto a la reelección, si el Comité Central del PLD determina enviar a Danilo Medina nuevamente como candidato (un milagro en contraste con las perspectivas), como miembro peledeísta, este servidor le apoyará tanto en su campaña, como en una futura gestión (2016-2020) así como lo ha venido haciendo desde la toma de posesión de 2012 y como ciudadano le aportaría en todo lo que sea necesario.


Sin embargo no tengo una bola de cristal, ni mucho menos tengo la última palabra de la decisión final de las bases del partido morado. Pero la lógica indica, que Medina terminará su ciclo satisfactoriamente, dejando las puertas abiertas para un futuro mandato y lo demás quedará como mito y leyenda urbana de simpatizantes danilístas, ya que la reelección no va…

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