lunes, 28 de noviembre de 2011

Killer Klowns From Outer Space: Cuando la perversidad tiene apariencia de ingenuidad



Por: David Frías

La película fue estrenada en 1988 y tuvo un presupuesto estimado de dos millones de dólares, debido a sus surreales efectos especiales en esa época.

Cuenta con una duración de 90 minutos y fue producida por MGM, su banda sonora está encabezada de un tema homónimo realizado por la banda de Punk-rock The Dickies y las inolvidables composiciones de circo macabro que les agrego John Massari, quien no hace mucho influyó en parte de la carrera de Lady Gaga.


Santo Domingo, 28 Nov 2011.- A la hora de hablar sobre cine de horror, muchos especialista en temas del séptimo arte piensan en personajes tan míticos como: criaturas infernales; zombies; vampiros; hombres lobos; fantasmas y psicópatas que se evaden de algún manicomio o presidio de alta seguridad.

Sin embargo dentro de ninguna mente (por más creativa que sea) podría transitar la idea de que unos seres tan jocosos e incluso considerados como iconos del ecosistema infantil, sean capaces de cometer crímenes tan atroces que van desde estrangular con una serpentina sibilante al jefe de una delegación policial y luego usar su cadáver como títere de feria hasta deformarle el cuerpo a un agente de vigilancia especial, tras arrojarle una lluvia de pasteles rellenos con ácido y luego colocarle una bomba en forma de cereza gigante sobre sus restos corroídos.


Aunque no lo crean se trata de una raza alienígena que ha adquirido una apariencia ingenua para invadir a la humanidad y a la vez son los personajes principales (por supuesto también antagonistas) del filme de terror Killer Klowns From Outer Space. Aquel largometraje escrito y dirigido por los hermanos Stephen; Charles y Edward Chiodo, quienes a su vez aportaron a que Tim Burton desarrollará ese estilo tenebroso que tanto lo distingue de muchos directores de Hollywood, mientras realizaba sus primeros cortos para la franquicia de Disney.

El argumento trata sobre una noche común y normal en la cual múltiples parejas adolescentes iban a recrearse a un parque mientras contaban las estrellas. De repente Mike Tobacco y Debbie Stone (una de las parejas) ve aterrizar un artefacto extraño entre un bosque que colindaba con un parque de atracciones abandonado. Curiosos se dirigen al lugar de los hechos, donde una enorme nave espacial ha tomado la forma de una carpa de circo, luego se adentran en ella y cuando son descubierto uno de los tripulantes le dispara con una escopeta que lanzaba palomitas de maíz, las cuales al hacer contacto con el agua se transformaban en unos diminutos monstruos similares a los "Klowns".

Tras el incidente el caos se desata por toda la ciudad de Crecesnt Coves, los payasos comienzan a ir casa por casa y distorsionan sus voces haciéndoles creer a las personas que son repartidores de comida rápida o mensajeros postales, una vez los muy ingenuos les abren sus puertas, los extraterrestres le disparaban con unas pistolas de rayos laser las cuales los transformaban en capullos de algodón de azúcar.
Ignorados por el Sargento Mooney y el oficial Dave Hanson, los novios al igual que otros habitantes de Crescent Coves pasan por bromistas mientras tienen que vivir la angustia de una persecutoria masacre interplanetaria. De repente Hanson cambia de idea luego de ver el caos que predominaba en su comunidad por las dantescas travesuras que cometían los extraños visitantes y al ver como su compañero de oficio es asesinado por uno de ellos.
Al vengar la muerte del Sargento Mooney, Hanson descubre que el punto débil de los alienes es su pronunciada y rojiza nariz. Luego se compone con Tobacco (a quien los payasos le han secuestrado su prometida) y los hermanos Terenzi (un carismático dueto de vendedores de helados), para asaltar la guarida del peligroso clan.
Una vez irrumpen en la carpa, mejor dicho en la nave viajera, liberan a Debbie de un enorme globo e intentan escapar, cuando de repentes son acorralados por el ejército completo. Ayudados por unas emancipadas féminas alienígenas (las mujeres de los payasos) los hermanos Terenzi penetran en el aposento secreto de la nave haciéndose pasar por un dios imaginario que regía a las perversas criaturas, pero un el error de uno de ellos hace que los adefesios se comporten de una manera incrédula e intenten responder con violencia, acto que se frustra cuando tienen que retroceder porque ha despertado "Klownzilla" su máximo líder, un gigantesco monstruo mitad reptil y mitad payaso, cuyo temperamento es irracional e iracundo.
El oficial Hanson es atrapado por Klownzilla quien está dispuesto a comérselo vivo, pero este muy habilidosamente toma su placa policial y la clava fuertemente en la nariz del coloso, el cual comienza a desintegrarse hasta causar una explosión que destruye la nave y acaba con todos sus tripulantes, menos los de raza humana que lograron escapar a tiempo y al final reciben un baño de crema de suspiro producto del estallido, concluyendo así la trama del filme.

Factor psicológico:
Uno de los elementos que más resaltan el cuadro psicopatológico de esta película, es la frialdad con la que actúan esos seres de otros mundos. Celebran sus crímenes como si se tratase de un chiste inocente y no tienen ningún tipo de piedad hacía los entes indefensos, acciones que se reflejan desde un maníaco bufón que con su carro invisible embiste a un padre de familia arrojándolo con todo y vehículo por un puente y horas más tarde devora a un grupo de curiosos, incluyendo a una pareja de ancianos usando la sombra de un tiranosaurios rex, hasta otro que espera a las afueras de un restaurante que una niñita salga a saludarlo para destrozarle la cabeza con un enorme martillo de madera, acto que no se consuma gracias a la intervención de un pariente de la infante.
Resalta el machismo, ya que las mujeres del clan no pueden salir a la calle a hacer de las suyas y tienen que quedarse dentro de una piscina de pelotas plásticas donde se entretienen inflando sus senos como si fuesen vejigas. De otro modo se diría: "Yo soy el macho, el dueño de la calle y usted mujer se somete al tedio y los oficios de la casa."
El enlace vandálico tampoco escapa de la opera prima de los hermanos Chiodo, puesto que se observa como un diminuto payaso decapita de una sencilla trompada al cabecilla de una pandilla de chicos rebeldes e inclusive, el secuestro y otras infracciones como: asaltar tiendas, comisarias y casas de familia.
En esto hay que recordar que aunque sea arte de ficción, no es más que una semblanza metafórica del auge psicopatológico que vienen expresando las corrientes del pensamiento occidental en las últimas décadas. Cuyas características implican el acoso escolar hasta el crimen organizado; las olas de atracos con tinte sádico, horrendo y sugestivo y por supuesto las guerras de carácter invasor bajo el objetivo de obtener intereses se pueda o no se pueda, mejor dicho "me das lo que tienes por las buenas o por las malas".

También en esa misma década se llevó a cargo el proceso judicial en contra del asesino serial John Wayne Gacy, mejor conocido como "Pogo el payaso" y Stephen King publica el libro It o eso.
El Surrealismo como hilo conductor de la trama:
Esta película debería encasillarse dentro de los mejores filmes surrealistas de los tiempos modernos, al igual que otros como: "Lost Highway"; "Donnie Darco" y "La Montaña Sagrada" de Alejandro Jodowrosky.
Es lo único bueno que más le resalta a la obra celuloidea, digno de los notables efectos especiales de calidad que requiere la ciencia ficción audiovisual. Los coches invisibles, la creación de figuras reales y vivientes a través del juego de sombras causado por el movimiento de las manos al son de la iluminación de la calle y los capullos de algodón dulce que en su interior producen una enzima capaz de procesar los huesos, la sangre y los órganos vitales de sus víctimas hasta convertirlos en una deliciosa mermelada color rojizo claro que se toma vía un calimete en forma espiral, son ejemplos claros.

Tampoco podemos dejar el enfoque técnico y "jodowroskyano" de sustituir las secreciones por elementos mágicos y culinarios, que en este caso son: al herírseles la nariz en vez de sangrar expiden una lluvia de confite; al estornudar en vez de botar moco expelen crema para tartas y cuando se autodestruyen desaparecen expandiendo destellos de luces.
La creación de kokalecas que al hacer contacto con el agua se transforman en pequeños monstruos (según un opinador de cine de esos que se apostan en los bares de El Conde Peatonal, pudo haber sido una idea plagiada al ánime de Akira Toriyama, Dragon Ball Z). Recuerden que en el episodio en que Nappa Y Vegeta llegan a la tierra (extraterrestres invasores por cierto), siembran unas semillas de las cuales brotan unas criaturas deformes llamadas Saybaymens (Por cierto la serie se estrenó en Japón dos años antes que el invento de los Chiodo).
Y dos elementos caninos y espectrales que no pueden obviarse, el opacamiento de la pared de la carpa para atrapar a un perro con una red de caza y la fabricación de unos sabuesos a base de delgados globos cilíndricos que una vez cobraban vida salían a olfatear a sus víctimas.
¿Tuvo secuelas?
Después del estreno de Payasos Asesinos del Espacio Exterior (su nombre original en castellano), en el resto del mundo se han realizado otras películas con el mismo tema de payasos que matan, sean o no sean extraterrestres, con más proliferación en las recientes décadas de 1990 y 2000.
No obstante los hermanos Chiodo no volvieron a rodar secuelas sobre el tema, ni mucho menos filmes con contenidos similares. Aunque en 1999 (11 años después) en Suiza fue proyectada "Bloodsucking Killer Klowns From Outer Space", un remake de bajo presupuesto y menor estética al original, y está vez aparte de extraterrestres también los payasos eran zombies-vampiros, pero no tuvo el mismo impacto popular que su antecesor.

Este artículo fue publicado oficialmente en "Diario Dominicano" el 27 de noviembre del año 2010...

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